Soy Cíclica. Mirando nuestro Ciclo Menstrual desde los arquetipos femeninos.

Si prestas atención a cómo transitas cada mes, te darás cuenta de que a medida que transcurren las semanas, se producen varios cambios en ti (en tu estado de ánimo, energía física, creatividad, entre otros aspectos). Esto se relaciona con el hecho de que las mujeres somos cíclicas, y a lo largo de nuestro ciclo menstrual, vamos experimentando transformaciones a nivel físico, emocional y psicológico. Estamos profundamente conectadas con la naturaleza y, al igual que la luna y las estaciones del año, somos cambiantes y atravesamos distintas fases, que se corresponden con los diferentes momentos de nuestro ciclo.

“Durante nuestra edad fértil, transitamos circularmente por cuatro grandes etapas, que se resumen en: premenstrual, menstrual, preovulatoria, ovulatoria, de nuevo premenstrual y así sucesivamente, hasta la llegada de la menopausia.

En cada una de estas etapas, acontecen en nosotras diversas transformaciones a las cuales debemos estar atentas para comprendernos más profundamente e ir respondiendo ante las energías de cada fase” (Pabla Pérez, 2015).

A su vez, cada una de estas fases tiene una energía en particular, que se corresponde con cada uno de cuatro arquetipos femeninos (si quieres conocer más sobre estos arquetipos puedes leer “Ser mujer-es. Los arquetipos femeninos como vía para el autoconocimiento”).

Fase Menstrual – Es la fase en la que se produce el sangrado. El arquetipo presente es el de la Bruja, que nos conecta con la introspección, con la visión y la renovación. En este período aparece la necesidad de descanso; es un tiempo para “el recogimiento y la reflexión, para bajar la velocidad y vivir introspectivamente hacia lo profundo de nuestro propio ser” (Pabla Pérez, 2015).

Fase Pre-ovulatoria – Esta etapa transcurre desde que termina la menstruación hasta la ovulación. Nos conecta con el arquetipo de la Doncella, con su energía activa y dinámica, que nos permite enfocarnos en nuestras metas así como poner en marcha nuevas ideas y proyectos.

Fase Ovulatoria – Es el momento en que el óvulo es liberado del ovario. Aparecen las energías del arquetipo de la Madre que nos conectan con la abundancia, contención y nutrición. “En esta etapa nos recargamos de energías expresivas, nos sentimos bellas y llenas de ideas creativas para parir. Es un momento óptimo para equilibrar la expresión y la contención con quienes te rodean” (Pabla Pérez, 2015).

Fase Pre-menstrual – Nos conecta con el arquetipo de la Chamana. Es un momento de cambios, nuestras emociones se presentan de manera intensa y sentimos la necesidad de descarga a través de su expresión. La energía de esta fase es introspectiva, nos conecta con la revisión de lo realizado durante el ciclo y el desprendernos de aquello que ya no nos nutre.

Conocer nuestro ciclo es muy importante, ya que nos permite comprender que a lo largo del mismo tenemos diferentes necesidades y que nuestra energía no se presenta siempre de la misma manera. Cuidarnos y nutrirnos, pasa por darnos cuenta de lo que necesitamos en cada momento, aceptando que no somos lineales y por lo tanto, no nos sentimos de la misma forma ni necesitamos las mismas cosas todo el tiempo. Este conocimiento también nos permite aceptar cada una de nuestras fases, aprovechando la energía que nos brinda y disfrutándola.

Estamos acostumbradas a acoplarnos a los ritmos externos (el ritmo del trabajo, del hogar, de la facultad, etc), sin siquiera hacer una pausa para re-conocer cuáles son nuestros ritmos internos. Este conocimiento de nosotras mismas es fundamental para tener una vida saludable, que se ajuste a nuestras necesidades, deseos y motivaciones auténticas. Hacer un hábito de observar cómo estamos, preguntarnos qué necesitamos, y satisfacer estas necesidades en la medida de lo posible, nos ayuda a sentirnos más plenas y aceptarnos en nuestra totalidad.

Ten en cuenta que la información que presento en este artículo es orientativa. Cada una de nosotras somos seres únicos, y la manera en la que transitas tu ciclo también lo es. Por otra parte, cómo vivimos nuestro ciclo está sujeto a múltiples influencias: la alimentación, los medicamentos, tus emociones, diferentes situaciones y momentos que atraviesas en tu vida, las fases de la luna, las estaciones del año, entre otras. También la duración de tu ciclo puede variar. A través de la observación consciente, puedes tomar contacto con la forma singular en la que lo transitas. La descripción de las fases y los arquetipos es una guía, un espejo, que pretende facilitarte y orientarte en este proceso.

Te invito a observar cómo se manifiestan las diferentes energías en tu ciclo, y a comenzar un diario personal donde puedas registrar estos aspectos.

Inspiraciones:

Libro "Manual Introductorio a la Ginecología Natural", Pabla Pérez San Martín.

Libro "Luna Roja", Miranda Gray.

Imagen de Juliaro - www.juliaro.com

Sobre la autora: Anaclara Falco. Licenciada en Psicología, egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República. Formada en Psicoterapia Gestáltica. ​Maestra de Reiki Usui Tibetano. Gemoterapeuta. Facilitadora de espacios para mujeres, certificada por Mujer Cíclica. Desarrolla diferentes terapias y talleres en Espacio Terapéutico.