Meditación con Amatista
En esta nueva entrada del blog, te presento las características de uno de mis cristales preferidos: la AMATISTA. También te transmito una meditación para que puedas aprovechar sus cualidades, la cual me ayuda mucho a nivel personal para equilibrar mi energía y aquietar la mente.
La amatista es un cristal de la familia de los cuarzos. Se caracteriza por su color violeta, que varía desde un color intenso a pálido, según la cantidad de hierro que contenga la piedra.
El gran valor de la amatista está en sus cualidades para transformar actitudes, situaciones y vivencias negativas en actitudes positivas, alegres y tranquilas.
Algunas de sus principales características son las siguientes:
Favorece la apertura espiritual, estimulando los chakras del Tercer Ojo y Corona.
Favorece nuestra consciencia de conexión con el Todo.
Posee cualidades de transmutación que permiten transformar la energía negativa en positiva, así como la limpieza de nuestra aura.
Es óptima para la meditación y la relajación.
La tranquilidad y paz mental que nos transmite, hace que sea adecuada para aliviar los problemas de insomnio.
En el plano mental, la amatista favorece la planificación del pensamiento y potencia la asimilación de nuevas ideas. También aumenta nuestra creatividad, intuición, memoria y comprensión de nuestro entorno.
En el plano físico, ayuda a la regulación hormonal.
Si dejamos este mineral durante diez minutos diarios en el centro de nuestra cabeza (chakra corona), estimularemos la glándula pineal y pituitaria, aumentando nuestra claridad mental y potenciando nuestras neuronas.
A continuación, te propongo una meditación para que puedas integrar en tu vida cotidiana los poderes de sanación que posee esta piedra.
Busca un lugar tranquilo para sentarte cómodamente con tu amatista, donde no vayas a ser interrumpida. Esta meditación te llevará unos quince minutos aproximadamente.
Puedes limpiar el espacio previamente con Palo Santo.
Enciende una vela o un incienso, que te ayuden a crear un momento especial para esta meditación.
Tómate unos minutos para observar el cristal que tienes en tus manos. Observa cómo es su forma, su color, su tamaño, su textura, su peso, su olor, sus transparencias. Una vez que sientas que conoces completamente el aspecto de tu amatista, tómala con la mano izquierda, cerrando tus dedos sobre ella.
Cierra los ojos y respira profundamente.
Visualiza el cristal en tu mente, reconstruyendo cada uno de sus detalles: color, aspecto, forma.
Tomar conciencia del cristal en tu mano y siente como irradia energía a tu cuerpo.
Visualiza una luz violeta que sale de tu amatista, y se va extendiendo hacia dentro de tu cuerpo, desde la mano izquierda, subiendo por el brazo, extendiéndose al tórax y abdómen, y luego desplazándose hacia tu cabeza y extremidades.
Visualiza como esa luz te ilumina por dentro, y luego se va extendiendo hacia el exterior, hasta formar una burbuja de luz que te envuelve, colmándote de paz, tranquilidad y bienestar.
Quédate unos instantes disfrutando de esta sensación tan placentera.
Ahora vuelve a tomar contacto con tu respiración. Lleva tu atención a las sensaciones en tu cuerpo, y a la sensación del cristal en tu mano. Y, cuando estés lista, vuelve a abrir los ojos.
Comienza a integrar este cristal en tu día a día, e irás observando los efectos positivos que tiene a nivel de tu cuerpo, tus emociones y tu mente.
Inspiraciones:
http://mineralesdelmundo.com/
Manual de Reiki Usui Tibetano – Sensei Magdalena Vila
Libro “El poder mágico de los cristales” de A. Gallotti
Material del Curso de Formación en Gemoterapia – Espacio Corazón de Amatista
Sobre la autora: Anaclara Falco. Licenciada en Psicología, egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República. Formada en Psicoterapia Gestáltica. Maestra de Reiki Usui Tibetano. Gemoterapeuta. Facilitadora de espacios para mujeres. Desarrolla diferentes terapias y talleres en Espacio Terapéutico.