Ser mujer-es. Los arquetipos femeninos como vía para el autoconocimiento.
El camino de autoconocimiento es un proceso que dura toda la vida, que tiene momentos muy bellos y luminosos, en los que nos encontramos con las partes que más nos gusta reconocer en nosotras mismas, y otros momentos que son más duros, ya que conocernos a nosotras mismas conlleva conocer también aquellos aspectos que más nos cuesta aceptar (ya sea por nuestra historia, porque no se amoldan a ciertos estereotipos sociales, entre otras).
En mi recorrido personal, así como en el trabajo que realizo en la consulta individual y con grupos de mujeres, he integrado los arquetipos femeninos como una maravillosa herramienta para el autoconocimiento.
La palabra Arquetipo proviene del griego arché, que quiere decir “fuente” o “principio”, y typos que significa “modelo” o “patrón”. Los arquetipos son patrones internos poderosos que moldean nuestro comportamiento y que viven en la imaginación de la humanidad desde hace miles de años. Estos patrones o modelos nos ayudan a visualizar de manera más clara y a entender mejor nuestras características, actitudes y sentires. A partir del trabajo de mujeres como Miranda Gray, Jean Shinoda Bolen, Sophia Style, Pabla Pérez, Julia Larotonda, entre otras, he ido integrando cuatro arquetipos que ofician de espejos, mostrándonos diferentes aspectos de nosotras mismas. Cada uno de ellos, está presente en cada mujer (si bien se presentan de manera singular en cada una de nosotras). Sin embargo, muchas veces sucede que reconocemos sólo algunos de ellos en nosotras (con los cuales nos identificamos la mayor parte del tiempo) mientras que con otros nos cuesta mucho establecer contacto.
Cada uno de los arquetipos se relaciona con las fases de la luna, las estaciones del año, las etapas vitales. Nos conectan con la ciclicidad que se manifiesta en nosotras, de la misma forma que está presente en la naturaleza.
Los arquetipos a los que me refiero son:
La Bruja: Es la mujer con tendencia a la introspección. Busca espacios de silencio y de descanso en su día a día, para conectar con sus visiones y con su verdad. Se da los espacios que necesita para sembrar sus ideas y proyectos, desde una conexión profunda con sus auténticos deseos y motivaciones. La asociamos con la luna nueva y con el Invierno.
La Doncella: Nos conecta con la frescura, el entusiasmo, el juego y la curiosidad de nuestra niña-adolescente. Es la mujer independiente, segura de sí misma, que planifica y actúa para lograr sus objetivos. Es la fuerza de los comienzos y de lo novedoso. Se asocia con la fase creciente de la luna y con la Primavera.
La Madre: Es la mujer capaz de dar a luz (hijxs, ideas o proyectos) y de sostener y nutrir amorosamente sus creaciones. Es empática, sabe cuidar y cuidarse. Es protectora, generosa, abundante y proveedora. Nos conecta con la expresión de la belleza en todos sus sentidos. La asociamos con la plenitud de la luna llena y con el Verano.
La Chamana: Conoce su sombra y sus aspectos vulnerables. Es intuitiva, visionaria y sanadora. Sabe sopesar los diferentes aspectos de su vida, cortando y transformando lo que ya no necesita. Es una mujer radicalmente honesta, libre y poderosa. Expresa su enojo cuando así lo siente. Se asocia con la luna menguante y con el Otoño.
Siento que la comprensión de estos arquetipos, nos brindan una sabiduría infinita que nos permite conocernos de manera más profunda. Según Jean Shinoda Bolen “Una vez que la mujer se vuelve consciente de las fuerzas que influyen en ella, obtiene el poder que ese conocimiento proporciona”. Cuando conocemos a cada una de estas mujeres que habitan en nosotras, tomamos consciencia de toda nuestra gama de posibilidades y somos capaces de despertar estas fuerzas arquetípicas que habitan en nosotras.
Como nos dice Sophia Style, conectar con los arquetipos implica un “viaje heroico”: “Un viaje en el que nos encontramos con nuestros dragones internos, descubrimos tesoros nuevos, y nos completamos con una comprensión más amplia de nuestro ser verdadero, de quienes somos y de lo que queremos dar al mundo. (…) Conectar con los arquetipos femeninos es una manera de decir “sí” a nosotras mismas, de querer conocernos mejor y ampliar nuestra visión de lo que significa ser mujer hoy en día. Cuando indagamos en los arquetipos – o patrones internos poderosos – se nos ofrecen como guías internas, ayudándonos a entender facetas de nuestra persona y traer a la consciencia partes nuestras que podemos estar reprimiendo.”
Hoy te invito a que observes cómo se expresa cada una de estas energías en tu vida, para que puedas integrarlas y aprovecharlas de la mejor manera, para hacer uso de todo tu potencial.
¿Cuál o cuáles son los arquetipos que siento más presentes en mí misma?
¿De qué manera se manifiestan en mi día a día?
¿Con cuál o cuáles arquetipos me cuesta más tomar contacto?
¿Qué arquetipo necesito integrar en este momento de mi vida?
Inspiraciones:
Libro “Luna Roja", Miranda Gray.
Libro “Las Diosas de Cada Mujer", Jean Shinoda Bolen.
Material del Curso Online "Las Cuatro Lunas en Mí", Mujer Cíclica.
Agenda Mujer, creada por Laura Martínez Hortal y Julia Larotonda.
Sobre la autora: Anaclara Falco Stambulis. Licenciada en Psicología, egresada de la Facultad de Psicología (UdelaR). Postgraduada en Psicoterapia Gestáltica de Adultos. Maestra de Reiki Usui Tibetano. Facilitadora de espacios para mujeres, certificada por Mujer Cíclica. Brinda atención psicoterapéutica y talleres en Espacio Terapéutico.